sin titulo
APEGO
Podría ser un botón.
Un círculo nacarado, como una pequeña joya, entrando dócil
por la ranura de un ojal.
O, ¿por qué no?, un lazo:
dos extremos de una misma soga que se ciñen y se atan
hasta alcanzar la belleza más naíf, el adorno.
Tal vez nuestros vínculos funcionen como el velcro:
fibras enmarañadas en bucle a la izquierda
y púas flexibles, en forma de ganzúa, a la derecha.
Algo punzante y algo mullido, emparentados.
Un velcro.
CRAC. CRAC.
Quedarse, como si hubiese otro lugar donde ir.
O arrancarse los brazos, deshilachada, hacia otra ciudad,
hacia otro cuerpo.
Sin la trama.
[Isabel Navarro]
Podría ser un botón.
Un círculo nacarado, como una pequeña joya, entrando dócil
por la ranura de un ojal.
O, ¿por qué no?, un lazo:
dos extremos de una misma soga que se ciñen y se atan
hasta alcanzar la belleza más naíf, el adorno.
Tal vez nuestros vínculos funcionen como el velcro:
fibras enmarañadas en bucle a la izquierda
y púas flexibles, en forma de ganzúa, a la derecha.
Algo punzante y algo mullido, emparentados.
Un velcro.
CRAC. CRAC.
Quedarse, como si hubiese otro lugar donde ir.
O arrancarse los brazos, deshilachada, hacia otra ciudad,
hacia otro cuerpo.
Sin la trama.
[Isabel Navarro]